A primera hora de la mañana nos dirigimos a
El homenaje, aunque sencillo, fue muy emotivo. Estuvo presidido por el Primer Ministro saharaui, Abdelkader Taleb Omar, acompañado por el Ministro de Cooperación, Salek Baba,
A partir de ahora
Al acercarse la hora de comer, nos desviamos de la carretera para comer bajo la sombra de una talja. Tras el ágape, continuamos nuestro camino y pasamos por un paisaje lunar.
Cuando llegamos a Dajla fuimos directamente a Protocolo donde quien quiso tubo la oportunidad de ducharse. Allí tuvimos nuestro segundo contratiempo sanitario ya que Rosa fue víctima de una gastroenteritis que, afortunadamente, se resolvió el día siguiente.
Visitamos el mercado de
Tras la pequeña fiesta nos fuimos a cenar un fantástico cabrito asado con patatas fritas que, Fatimetu y su familia, nos habían preparado. Acabada la cena, la propia Fatimetu nos contó como vivió el éxodo.
Había llegado la hora de dormir. Los más valientes, lo hicieron al aire libre, en una duna. Antes de meterse en el saco, Tagualo, uno de los conductores, les preparó un té y les contó sus recuerdos y vivencias durante el éxodo.
Lamentablemente, aquella noche, -nuestra única noche en Dajla-, el cielo estaba tan cubierto de nubes, que no pudimos disfrutar del espectacular manto de estrellas que, habitualmente, adorna el firmamento nocturno de aquella wilaya.
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